17 may 2014

Despedida con susto y victoria

Fuenlabrada 91 - Valladolid 81. Los naranjas sudan hasta el final ante un descendido pero bravo cuadro pucelano. Último partido en casa de la temporada. Panko, ovacionado. Luis Casimiro"El balance desde que yo llegué es muy positivo. Es mi ilusión y mi deseo seguir en el club". Sobre el título del Atlético: "Ha sido un arma distorsionadora en nuestra concentración" (risas). 



Hay partidos que quedan marcados por circunstancias especiales. Un título, un ascenso o descenso, una victoria histórica, o una actuación sobresaliente de tal jugador, por mencionar algunos ejemplos. El de hoy en Fuenlabrada, frente al Valladolid, podría ser recordado por lo atípico del ambiente. Se trataba del último partido en casa de una temporada irregular donde la nave se enderezó a tiempo para conseguir una nueva permanencia. Sin embargo, el hecho de que el Atlético de Madrid conquistara un resonante título liguero ante el Barcelona en la previa del choque propició una reguero de camisetas rojiblancas en el Fernando Martín, dotando al pabellón de un clima futbolero no habitual, festivo para los sufridos hinchas atléticos, que no paraban de sonreír (otros lloraban de la emoción) mientras muchos madridistas pensaban para sus adentros: “en Lisboa nos toca a nosotros”.

La definición de la Liga en el Camp Nou restó gente al Fernando Martín, pero los fieles fuenlabreños que asistieron pudieron despedir como se merece a un equipo que, con la permanencia en el bolsillo desde hace dos jornadas, logró su duodécimo triunfo de la temporada ante un forzoso Valladolid. El equipo de Ricard Casas, con el peor balance de victorias (tres) desde la creación de la ACB, puso en aprietos a un conjunto naranja que entró al partido con menos tensión de la requerida, y que tuvo que remar hasta el final para no encajar una derrota que hubiera sido humillante (los pucelanos perdieron todos los partidos de esta temporada fuera de casa, balance total de 3-30).


James Feldeine, 24 puntos y 31 de valoración (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)

Luego de un 5-0 inicial, el cuadro morado reaccionó con un Dimitris Haritopoulos desatado (7-13), aunque el ingreso de Moussa Diagne por Eloy Vargas equilibró la batalla interior, permitiéndole a los locales ajustar el marcador al final del primer cuarto (12-13).

El acierto exterior permitió al Fuenla lograr una ventaja en el segundo capítulo. Los naranjas, que llevaban un 1/8 desde el perímetro, comenzaron a lastimaron con cuatro triples de Dani Pérez, Javi Vega y James Feldeine (2), acumulándose un parcial de 19-4 que parecía romper el partido (26-17). Pero el equipo castellano-leonés, lejos de irse del partido, cerró filas y siguió empujando. Dos triples de Lamont Mack y una canasta a puro coraje de Haritopoulos (jugador más que interesante para equipos de presupuesto ajustado) ponían nuevamente arriba al Valladolid (28-29) (parcial de 2-12). Luego de un tapón del pívot griego a Panko, Armon Johnson metía la última cesta antes del descanso (37-40).


Dimitris Haritopoulos, 17+10 (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)

Los de Luis Casimiro salieron al tercer cuarto como deberían haber salido desde el inicio: concentración, intensidad, defensa, ataque, y en mi casa mando yo. Luego del 39-44 de Haritopoulos, parcial de 10-0 con triple de Carlos Cabezas y mate de Panko a la contra (49-44). Armon Jonhson, con la muñeca caliente y picado con la grada, no paraba de anotar, pero cuatro triples de Cabezas, dos desde cada esquina, mantenían a raya a los visitantes (60-53). Poco después, dos nuevos triples, uno de Dani Pérez y otro de James Feldeine, seguido de un mate de Arnold, cerraban un tercer cuarto que, por segunda vez, parecía definitivo (70-53).

El conjunto castellano-leonés, lejos de tirar la toalla, retornó con bríos al último cuarto, donde con un triple de Héctor Manzano, una cesta de Pozas y cuatro nuevos puntos de Armon Johnson forzaron un rápido tiempo muerto de Luis Casimiro (73-66). Tras una renta de diez puntos a falta de cinco minutos (80-70), parecía que el partido, ahora sí, quedaba sellado. Pero no, porque un nuevo arresto visitante (0-7), estrechaban el luminoso y despertaban algunos pitos de la afición fuenlabreña para con su equipo (80-77).


Panko intenta irse entre dos (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)

La paz para los locales llegaba con un 6-0 conseguido entre Panko, Marcus Arnold y Feldeine (86-77), el cual propició un tiempo muerto de Ricard Casas a falta de 2:15. Pero Feldeine metió cinco puntos más para estirar el parcial a 11-0 y, ahora sí, de verdad, sentenciar la historia (91-77). Entonces se cantó nuevamente por el ‘que salgan los chavales’, y Moungoro y Smits aparecieron en pista para deleite de la afición (Chema González ya había aportado lo suyo, 4+1 en 7 minutos, con un gran reverso a tabla), que ovacionó (¿y despidió?) a Andy Panko.

Concluido el partido, Javi Vega, como capitán, agradeció, micrófono en mano, el apoyo a la afición fuenlabreña. Próxima estación, la última, Vitoria. Duro examen para un equipo de Casimiro que, con la temporada aprobada, debería dejarse todo para intentar subir nota.

Moussa Diagne lucha desde el suelo por un balón (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)


• Apuntes

El Valladolid ganó tres de lo cuatro cuartos, aunque el Fuenla arrasó en el tercero (33-17).

James Feldeine, 24+5+7 y 31 de valoración.

Andy Panko, 19+2+6 y 22 de valoración.

Carlos Cabezas, perfecto en el tiro: 1/1 T2, 5/5 T3 y 2/2 TL, para un total de 19 puntos y 20 de valoración en 21 minutos.

Armon Johnson, 23+4+6 y 30 de valoración.

Dimitris Haritopoulos, 17+10 y 20 de valoración.

Boubacar Moungoro participó en su segundo partido ACB, mientras que Rolands Smits lo hizo por cuarta vez (segunda esta temporada)

Román Montañez fue baja por un esguince de tobillo.

Fuenlabrada cierra la temporada con un balance positivo en el Fernando Martín (9-8).

El Valladolid perdió todos los partidos fuera de casa (17). De local, sólo ganó tres: Cajasol (j3), Obradoiro (j12) y Manresa (j25).  Con un balance de 3-30, es el peor equipo desde la creación de la ACB. Murcia (1998/99), Fuenlabrada (1996/97) y Collado Villalba (1984/85, liga de 16 equipos) descendieron con cuatro triunfos. Al cuadro pucelano podría ‘empatar’ esta cifra en la última jornada ante el Gran Canaria.


Andy Panko mata a una mano de contragolpe (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)



 Ficha técnica

Baloncesto Fuenlabrada 91 (12+25+33+21): Carlos Cabezas (19), James Feldeine (24), Ivan Paunic (6), Andy Panko (19) y Eloy Vargas (2) -cinco inicial-. También jugaron: Dani Pérez (6), Chema González (4), Javi Vega (3), Marcus Arnold (6), Boubacar Moungoro (0), Rolands Smits (0) y Moussa Diagne (2) y. Entrenador: Luis Casimiro.

CB Valladolid 81: Armon Johnson (23), Iván Martínez (3), Djordje Drenovac (11), Lamont Mack (11) y Dimitris Haritopoulos (17) -cinco inicial-. También jugaron: Pepe Pozas (7), Héctor Manzano (7), Hördur Vilhjalmsson (0), Omari Johnson (2), Danilo Andjusic (0) y Antonio Izquierdo (0). Entrenador: Ricard Casas. Sin utilizar: Marcos Suka-Umu.


Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez (comité gallego), Carlos Sánchez Montserrat (comité madrileño) y Jacobo Rial Barreiro (comité gallego). Sin eliminados por faltas personales.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 33 de la Liga Endesa. Pabellón Fernando Martín (4.286 espectadores).


Armon Johson, 23+4+6 y 30 de valoración (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)


 • Sala de prensa 


Luis Casimiro, entrenador del Fuenlabrada

Valoración del partido
“El titular es una frase que no ha dicho nadie: ‘Partido trampa’. Esto es nuevo, no lo ha dicho nadie (ríe). En el sentido de que es complicado. El último partido en casa contra el último en la clasificación. Todo el mundo pensaba que iba a ser fácil, y por más que los entrenadores llevemos toda la semana repitiendo que no iba a ser fácil… (Valladolid) Es un equipo admirable por todas las dificultades que tienen, por cómo desarrollan su profesión. Equipos como Tenerife, CAI o Unicaja también han tenido que madurar el partido para ganarlo, y en un momento determinado el Valladolid compite. Entonces, por mucho que insistas, es difícil. Creo que lo mejor que hemos hecho ha sido reaccionar en el tercer cuarto, en mentalidad y en actitud. Eso nos ha servido para hacer una buena defensa y hacer una diferencia, pero nos volvió a traicionar el subconsciente. Cuando ya creíamos que iba a ser un paseo, ellos siguen haciendo su trabajo y nos complican otra vez la existencia. Nos obligaron a remar hasta el último momento porque sino no hubiésemos ganado. Es digno de admirar el trabajo que está haciendo Ricard Casas con este equipo”.

Marcus Arnold, sin jugar en la primera mitad
“Pues porque estábamos jugando con pívots más grandes, y al final Arnold ha acabado jugando de cuatro con gente más baja, ajustándonos también con lo que ellos tenían en el campo”.

Balance desde su llegada
“El balance es muy positivo porque cuando yo llego aquí, con trece partidos, había que ganar cuatro en casa. Era lo obligatorio para poder salvarnos, y hemos hecho esa obligación más ganar uno fuera. Tengo la satisfacción del trabajo cumplido. El calendario fuera de casa era difícil. Estoy satisfecho pero me hubiese gustado lo que dije después de ganar a Gipuzkoa, que era querer ganar a un equipo de la parte de arriba. Hasta hoy no lo hemos conseguido, nos queda una bala en la recámara. Si somos capaces de mantener la tensión en el último partido, y ganar, pues estaré muy contento y feliz. Y si no es así, tendré la satisfacción del deber cumplido”.

Motivación para Vitoria
“Tendré que buscar una semana diferente en aspectos de motivación, seguramente compitiendo más y no tanto entrenamientos de carga táctica. Es un reto para mí como entrenador hacer trabajar al equipo con otros parámetros que sean motivantes. Espero conseguirlo para competir allí. Por ejemplo, hoy sabíamos que iba a ser difícil en lo mental, por más que muchos decían que iba a ser fácil. Entonces, por más que tú insistas en esto, lo anticipes el martes, el miércoles… no te escucha nadie. No te escucha nadie porque todo el mundo tiene su idea fija de que va a ser fácil. El partido que nos queda es un reto. Si ganamos allí, yo subiría la nota del equipo a alta, a extraordinaria. Es un reto ganar en Vitoria”.

Futuro
“Yo espero seguir. Mi ilusión es esa, es mi deseo. Deseo seguir aquí y comenzar una temporada completa. Las dos últimas experiencias de entrar con nueve partidos en Málaga y con trece aquí… es trabajo y lo haces poniendo lo mejor pero no dejan de ser parches a tu filosofía de juego. Por eso me gustaría seguir trabajando en este club. Me he sentido como en casa siempre y siempre ha acudido en mi ayuda cuando estaba mal. La otra vez, cuando estaba en la LEB, yo estaba en paro, y ahora también. Por eso me gustaría seguir trabajando en ese club, construyendo un equipo desde el primer día de pretemporada para no tener que poner marchar”.

Ambiente previo con el título liguero del Atlético de Madrid
“Ha sido un arma distorsionadora en nuestra concentración (risas). Yo estoy en mi ofician viendo los sistemas y oigo desde el vestuario ‘¡bieeeen!’. Pensaba que había sido un gol del Atleti, y había sido el final del partido donde el Atlético era campeón. Mi padre era muy, muy, muy del Atleti, y eso lo ha heredado mi sobrino, que también es un fanático. Estoy contento en ese sentido y felicito al Atlético porque tiene un mérito tremendo. Ser campeón ante dos trasatlánticos como Barcelona y Real Madrid, es un ejemplo a seguir para saber que se pueden derrumbar a los poderes establecidos”.





Galería de imágenes
Fuenlafreak / Lydia Calvo 
En Cancha / Alba Pacheco



Mate de Marcus Arnold (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)


Aplausos para la afición en el último partido en casa (Foto: En Cancha / Alba Pacheco)


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