Hay partidos que quedan marcados por
circunstancias especiales. Un título, un ascenso o descenso, una victoria histórica,
o una actuación sobresaliente de tal jugador, por mencionar algunos ejemplos.
El de hoy en Fuenlabrada, frente al Valladolid, podría ser recordado por lo
atípico del ambiente. Se trataba del último partido en casa de una temporada irregular donde la nave se enderezó a tiempo para conseguir una nueva
permanencia. Sin embargo, el hecho de que el Atlético de Madrid conquistara un resonante
título liguero ante el Barcelona en la previa del choque propició una reguero
de camisetas rojiblancas en el Fernando Martín, dotando al pabellón de un clima
futbolero no habitual, festivo para los sufridos hinchas atléticos, que no
paraban de sonreír (otros lloraban de la emoción) mientras muchos madridistas
pensaban para sus adentros: “en Lisboa nos toca a nosotros”.
La definición de la Liga en el Camp Nou
restó gente al Fernando Martín, pero los fieles fuenlabreños que asistieron
pudieron despedir como se merece a un equipo que, con la permanencia en el
bolsillo desde hace dos jornadas, logró su duodécimo triunfo de la temporada ante
un forzoso Valladolid. El equipo de Ricard Casas, con el peor balance de
victorias (tres) desde la creación de la ACB, puso en aprietos a un conjunto
naranja que entró al partido con menos tensión de la requerida, y que tuvo que
remar hasta el final para no encajar una derrota que hubiera sido humillante
(los pucelanos perdieron todos los partidos de esta temporada fuera de casa,
balance total de 3-30).
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James Feldeine, 24 puntos y 31 de valoración (Foto: ACB Photo / Fran Martínez) |
Luego de un 5-0 inicial, el cuadro morado
reaccionó con un Dimitris Haritopoulos desatado (7-13), aunque el ingreso de
Moussa Diagne por Eloy Vargas equilibró la batalla interior, permitiéndole a
los locales ajustar el marcador al final del primer cuarto (12-13).
El acierto exterior permitió al Fuenla
lograr una ventaja en el segundo capítulo. Los naranjas, que llevaban un 1/8
desde el perímetro, comenzaron a lastimaron con cuatro triples de Dani Pérez,
Javi Vega y James Feldeine (2), acumulándose un parcial de 19-4 que parecía
romper el partido (26-17). Pero el equipo castellano-leonés, lejos de irse del
partido, cerró filas y siguió empujando. Dos triples de Lamont Mack y una
canasta a puro coraje de Haritopoulos (jugador más que interesante para equipos
de presupuesto ajustado) ponían nuevamente arriba al Valladolid (28-29)
(parcial de 2-12). Luego de un tapón del pívot griego a Panko, Armon Johnson
metía la última cesta antes del descanso (37-40).
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Dimitris Haritopoulos, 17+10 (Foto: ACB Photo / Fran Martínez) |
Los de Luis Casimiro salieron al tercer
cuarto como deberían haber salido desde el inicio: concentración, intensidad,
defensa, ataque, y en mi casa mando yo. Luego del 39-44 de Haritopoulos,
parcial de 10-0 con triple de Carlos Cabezas y mate de Panko a la contra (49-44).
Armon Jonhson, con la muñeca caliente y picado con la grada, no paraba de
anotar, pero cuatro triples de Cabezas, dos desde cada esquina, mantenían a
raya a los visitantes (60-53). Poco después, dos nuevos triples, uno de Dani
Pérez y otro de James Feldeine, seguido de un mate de Arnold, cerraban un
tercer cuarto que, por segunda vez, parecía definitivo (70-53).
El conjunto castellano-leonés, lejos de
tirar la toalla, retornó con bríos al último cuarto, donde con un triple de
Héctor Manzano, una cesta de Pozas y cuatro nuevos puntos de Armon Johnson
forzaron un rápido tiempo muerto de Luis Casimiro (73-66). Tras una renta de
diez puntos a falta de cinco minutos (80-70), parecía que el partido, ahora sí,
quedaba sellado. Pero no, porque un nuevo arresto visitante (0-7), estrechaban
el luminoso y despertaban algunos pitos de la afición fuenlabreña para con su
equipo (80-77).
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Panko intenta irse entre dos (Foto: ACB Photo / Fran Martínez) |
La paz para los locales llegaba con un 6-0
conseguido entre Panko, Marcus Arnold y Feldeine (86-77), el cual propició un
tiempo muerto de Ricard Casas a falta de 2:15. Pero Feldeine metió cinco puntos
más para estirar el parcial a 11-0 y, ahora sí, de verdad, sentenciar la
historia (91-77). Entonces se cantó nuevamente por el ‘que salgan los chavales’,
y Moungoro y Smits aparecieron en pista para deleite de la afición (Chema
González ya había aportado lo suyo, 4+1 en 7 minutos, con un gran reverso a
tabla), que ovacionó (¿y despidió?) a Andy Panko.
Concluido el partido, Javi Vega, como
capitán, agradeció, micrófono en mano, el apoyo a la afición fuenlabreña. Próxima
estación, la última, Vitoria. Duro examen para un equipo de Casimiro que, con
la temporada aprobada, debería dejarse todo para intentar subir nota.
• Apuntes
El Valladolid ganó tres de lo cuatro
cuartos, aunque el Fuenla arrasó en el tercero (33-17).
James
Feldeine,
24+5+7 y 31 de valoración.
Andy
Panko,
19+2+6 y 22 de valoración.
Carlos
Cabezas,
perfecto en el tiro: 1/1 T2, 5/5 T3 y 2/2 TL, para un total de 19 puntos y 20
de valoración en 21 minutos.
Armon
Johnson,
23+4+6 y 30 de valoración.
Dimitris
Haritopoulos,
17+10 y 20 de valoración.
Boubacar Moungoro participó en su segundo partido ACB, mientras que Rolands Smits lo
hizo por cuarta vez (segunda esta temporada)
Román Montañez fue baja por un esguince de
tobillo.
Fuenlabrada cierra la temporada con un balance positivo en el Fernando Martín
(9-8).
El Valladolid
perdió todos los partidos fuera de casa (17). De local, sólo ganó tres: Cajasol (j3), Obradoiro
(j12) y Manresa (j25). Con un balance de
3-30, es el peor equipo desde la
creación de la ACB. Murcia (1998/99), Fuenlabrada (1996/97) y Collado
Villalba (1984/85, liga de 16 equipos) descendieron con cuatro triunfos. Al
cuadro pucelano podría ‘empatar’ esta cifra en la última jornada ante el Gran
Canaria.
• Ficha
técnica
Baloncesto
Fuenlabrada 91 (12+25+33+21): Carlos Cabezas (19), James
Feldeine (24), Ivan Paunic (6), Andy Panko (19) y Eloy Vargas (2) -cinco inicial-.
También jugaron: Dani Pérez (6), Chema González (4), Javi Vega (3), Marcus
Arnold (6), Boubacar Moungoro (0), Rolands Smits (0) y Moussa Diagne (2) y.
Entrenador: Luis Casimiro.
CB
Valladolid 81: Armon Johnson (23), Iván Martínez (3), Djordje
Drenovac (11), Lamont Mack (11) y Dimitris Haritopoulos (17) -cinco inicial-.
También jugaron: Pepe Pozas (7), Héctor Manzano (7), Hördur Vilhjalmsson (0), Omari
Johnson (2), Danilo Andjusic (0) y Antonio Izquierdo (0). Entrenador: Ricard
Casas. Sin utilizar: Marcos Suka-Umu.
Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez (comité
gallego), Carlos Sánchez Montserrat (comité madrileño) y Jacobo Rial Barreiro
(comité gallego). Sin eliminados por faltas personales.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la
jornada 33 de la Liga Endesa. Pabellón Fernando Martín (4.286 espectadores).
• Sala
de prensa
Luis Casimiro, entrenador
del Fuenlabrada
Valoración del
partido
“El
titular es una frase que no ha dicho nadie: ‘Partido trampa’. Esto es nuevo, no
lo ha dicho nadie (ríe). En el sentido de que es complicado. El último partido
en casa contra el último en la clasificación. Todo el mundo pensaba que iba a
ser fácil, y por más que los entrenadores llevemos toda la semana repitiendo
que no iba a ser fácil… (Valladolid) Es un equipo admirable por todas las
dificultades que tienen, por cómo desarrollan su profesión. Equipos como
Tenerife, CAI o Unicaja también han tenido que madurar el partido para ganarlo,
y en un momento determinado el Valladolid compite. Entonces, por mucho que
insistas, es difícil. Creo que lo mejor que hemos hecho ha sido reaccionar en
el tercer cuarto, en mentalidad y en actitud. Eso nos ha servido para hacer una
buena defensa y hacer una diferencia, pero nos volvió a traicionar el
subconsciente. Cuando ya creíamos que iba a ser un paseo, ellos siguen haciendo
su trabajo y nos complican otra vez la existencia. Nos obligaron a remar hasta
el último momento porque sino no hubiésemos ganado. Es digno de admirar el
trabajo que está haciendo Ricard Casas con este equipo”.
Marcus Arnold, sin
jugar en la primera mitad
“Pues
porque estábamos jugando con pívots más grandes, y al final Arnold ha acabado
jugando de cuatro con gente más baja, ajustándonos también con lo que ellos
tenían en el campo”.
Balance desde su
llegada
“El
balance es muy positivo porque cuando yo llego aquí, con trece partidos, había
que ganar cuatro en casa. Era lo obligatorio para poder salvarnos, y hemos
hecho esa obligación más ganar uno fuera. Tengo la satisfacción del trabajo
cumplido. El calendario fuera de casa era difícil. Estoy satisfecho pero me
hubiese gustado lo que dije después de ganar a Gipuzkoa, que era querer ganar a
un equipo de la parte de arriba. Hasta hoy no lo hemos conseguido, nos queda
una bala en la recámara. Si somos capaces de mantener la tensión en el último
partido, y ganar, pues estaré muy contento y feliz. Y si no es así, tendré la
satisfacción del deber cumplido”.
Motivación para Vitoria
“Tendré
que buscar una semana diferente en aspectos de motivación, seguramente
compitiendo más y no tanto entrenamientos de carga táctica. Es un reto para mí
como entrenador hacer trabajar al equipo con otros parámetros que sean
motivantes. Espero conseguirlo para competir allí. Por ejemplo, hoy sabíamos
que iba a ser difícil en lo mental, por más que muchos decían que iba a ser
fácil. Entonces, por más que tú insistas en esto, lo anticipes el martes, el
miércoles… no te escucha nadie. No te escucha nadie porque todo el mundo tiene
su idea fija de que va a ser fácil. El partido que nos queda es un reto. Si
ganamos allí, yo subiría la nota del equipo a alta, a extraordinaria. Es un
reto ganar en Vitoria”.
Futuro
“Yo
espero seguir. Mi ilusión es esa, es mi deseo. Deseo seguir aquí y comenzar una
temporada completa. Las dos últimas experiencias de entrar con nueve partidos
en Málaga y con trece aquí… es trabajo y lo haces poniendo lo mejor pero no dejan
de ser parches a tu filosofía de juego. Por eso me gustaría seguir trabajando
en este club. Me he sentido como en casa siempre y siempre ha acudido en mi
ayuda cuando estaba mal. La otra vez, cuando estaba en la LEB, yo estaba en
paro, y ahora también. Por eso me gustaría seguir trabajando en ese club,
construyendo un equipo desde el primer día de pretemporada para no tener que
poner marchar”.
Ambiente previo con
el título liguero del Atlético de Madrid
“Ha
sido un arma distorsionadora en nuestra concentración (risas). Yo estoy en mi
ofician viendo los sistemas y oigo desde el vestuario ‘¡bieeeen!’. Pensaba que
había sido un gol del Atleti, y había sido el final del partido donde el
Atlético era campeón. Mi padre era muy, muy, muy del Atleti, y eso lo ha
heredado mi sobrino, que también es un fanático. Estoy contento en ese sentido
y felicito al Atlético porque tiene un mérito tremendo. Ser campeón ante dos trasatlánticos
como Barcelona y Real Madrid, es un ejemplo a seguir para saber que se pueden derrumbar
a los poderes establecidos”.
Fuenlafreak / Lydia Calvo
En Cancha / Alba Pacheco
En Cancha / Alba Pacheco
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Mate de Marcus Arnold (Foto: ACB Photo / Fran Martínez) |
Aplausos para la afición en el último partido en casa (Foto: En Cancha / Alba Pacheco) |
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