31 mar 2012

Ferran Laviña: “Sentimos que la afición está nerviosa, pero que no cambie, que nos siga llevando hacia delante”

Después de cinco derrotas consecutivas, el capitán del Mad-Croc Fuenlabrada analiza la situación del equipo antes del trascendental encuentro ante Obradoiro. El escolta catalán, que suma 109 partidos oficiales en el club, sostiene que deben volver a hacerse fuertes en defensa. Además, cuenta que su hijo de cuatro años es su primer crítico.


Ferran Laviña De la Villa acaba de cumplir 35 años (Barcelona, 24/03/1977). Después de 378 partidos ACB, el capitán del Mad-Croc Fuenlabrada las ha visto de todos los colores, y por su voz de mando cobra más peso en el tramo de la temporada más turbulento para el equipo de Porfi Fisac. Atrás quedaron la brillante primera vuelta, la participación en la Copa del Rey, los cuartos de final de la EuroChallenge y los elogios procedentes desde todo el baloncesto nacional. Ahora la situación demanda un paso al frente de un equipo que cayó en sus últimos cinco compromisos ligueros y que ve como el descenso se ha puesto a tres partidos con nueve por jugarse (en una semana se medirá a tres de los cuatro rivales que tiene por debajo en la clasificación: Obradoiro, Estudiantes y Valladolid).

Esta temporada Ferran Laviña ha participado en todos los partidos (41: 25 en ACB, 15 en EuroChallenge y uno en Copa). Asimismo, el jugador barcelonés, en su tercera campaña en el club, acumula ya 109 partidos oficiales con el Fuenlabrada. El capitán nos atiende justo antes de que comience el entrenamiento vespertino del viernes, día anterior al decisivo duelo ante el Blusens Monbus.


Frases

Situación actual: “Tenemos que aprender a ser más resolutivos y más duros atrás; ser ‘peores personas’ en el campo porque a veces somos demasiados buenos. No podemos permitir canastas fáciles; si hay que hacer faltas, se hacen”

Volver a las fuentes: “Tenemos que cambiar la mentalidad, volver a salir al campo pensando en empezar bien el primer cuarto, sobre todo atrás, en defensa. Creo que de unas jornadas para aquí el equipo estaba más preocupado de empezar bien en ataque, y nosotros no somos un equipo para anotar 90 puntos. Somos un equipo que si estamos bien podemos anotar 75 u 80 puntos, pero sobre todo tenemos que fundamentar nuestras victorias en el trabajo defensivo”

Partido ante Blusens Monbus: “Nos puede dar un paso casi definitivo en la salvación. Tenemos que estar muy concentrados porque cuando volvamos a ganar el equipo se va a liberar. Ahora el equipo está tenso, ansioso por conseguir una victoria. Mañana ganar es muy importante porque nos da muchísimo, y perder nos quita, pero no nos quita tanto, no sería una crisis absoluta ni se acabaría el mundo”

109 partidos oficiales en el Fuenlabrada: “¿Quién lo iba a decir? El primer año parecía que no iba a jugar más de 35, y mira… Estoy muy contento y con ganas de ir sumando muchos más. El inicio del primer año fue complicado, y al final, por suerte, se fue arreglando un poco, algo que me dio fuerzas para seguir. Cuando llegas a cifras así te acuerdas de gente importante como Salva Maldonado, que pese a todo y pese a todos, aposto por mí”

Hijo ‘forofo’ por el baloncesto: “Viene a ver todos los partidos y conoce a todos los jugadores de la ACB. Ahora ha empezado a jugar, va a cumplir cinco años pero ya es un enfermo del baloncesto. Él es muy de Kirk Penney. Cuando yo meto algún triple me dice “papá, muy bien, has metido un triple, no está mal, y Kirk ha metido tres”. Muchas veces me dice “papá, no defiendas tan fuerte que haces faltas”. Yo digo “muy bien, lo que tu digas”

Recuerdos de la Copa (“estos están un poco locos”): “No es muy normal perder un partido en la Copa y que la afición se quede cantando y saltando así. En ese momento sentíamos una comunión total con nuestra afición. De hecho fuimos los únicos que le plantamos cara al Madrid en la Copa, podemos decir que quedamos quintos (risas). En aquel momento la sensación era que todos formábamos partes de un todo, la afición y nosotros, y por eso nos excedimos y celebramos por más que alguien de fuera pensara que estábamos mal de la cabeza”

Afición: “Sentimos que la afición está con nosotros. También debo decir que notamos que están nerviosos y en este campo eso se nota mucho. Quiero que la gente entienda que somos esos mismos tíos que se dejaban las narices, esos mismos tíos que se tiraban de cabeza por cualquier balón y que no daban un partido por perdido. Ahora no estamos finos pero seguimos siendo los mismos, y vamos a trabajar para llegar de nuevo a ese buen momento”

Influencia de la grada en el rendimiento de los jugadores: “Aquí hemos hecho partidos que ninguno de nosotros habría hecho si no fuese por la afición que tenemos. Eso mismo te lleva a que esa afición, que es caliente, cuando las cosas no van bien quiera empujar y te crea esta situación de stress, de decir “yo quiero, pero no me salen las cosas”, y eso te genera un plus de ansiedad. Puede ser que ahora en casa nos esté pesando esa responsabilidad, no porque la afición no esté con nosotros, sino que al revés, como está tan con nosotros, que además de que no nos salen las cosas sentimos que les estamos fallando, y eso nos da un plus de nerviosismo y de tensión. Pero que la afición no cambie, que siga igual, porque en momentos complicados nos han llevado para delante”

Situación con Porfi Fisac tras la derrota ante Banca Cívica: “Sí que hubo una situación de tensión. El partido no se jugó bien y Porfi no estaba contento, pero a partir de ahí se complicó todo demasiado. Si hay algún problema se soluciona en el vestuario, y de la línea del vestuario para fuera el equipo es un grupo compacto. No tiene más historia. Salen artículos, y ahora además con las últimas tecnologías, con el twitter y tal, todo el mundo opina sobre las opiniones de otros, sin saber muy bien si están fundamentadas o no, y eso hace que la bola se vaya haciendo cada vez más grande. Es una situación que hay que obviar y ahora mismo sólo hay un objetivo, y es conseguir las victorias para salvar al equipo”

Opinión sobre la huelga general de ayer: “Acabaré mal yo con todo el mundo… Los mismos que un día critican una cosa luego la apoyan, y los mismos que un día apoyan una cosa se ponen los primeros en una manifestación. Entonces el país está en la situación que está por culpa de unos cuantos, y estos cuantos no rinden cuentas a nadie. Al final el que lo paga es el que gana 500 euros o el que está sin trabajo”


Laviña, en la victoria en la ida ante Obradoiro (Foto: ACB Photo)


Entrevista

¿Qué conclusiones sacas de la derrota ante Gran Canaria pensando en el partido ante Blusens Monbus?

Que el equipo estuvo mejor que en las últimas jornadas. Una de las constantes en los últimos partidos en que no empezábamos bien, pues en éste el resultado tampoco nos acompañó pero fueron situaciones muy distintas respecto a otros días. Ellos tuvieron un nivel de acierto muy alto. Nos anotan dos triples de ocho metros, nos meten un ‘alley-oop’ de rebote. Creo que el equipo empieza bien el partido pese a que el resultado no le acompaña, pero luego el equipo sigue aguantando y termina el tercer cuarto un punto arriba. Al final, tenemos que aprender a ser más resolutivos y más duros atrás. Hablando bien y que se me entienda, tenemos que ser ‘peores personas’ en el campo. Creo que a veces somos demasiados buenos. Hay dos o tres canastas de ellos fáciles que no podemos permitirlas. Si tenemos faltas para gastar, esos son los momentos para gastarlas. En partidos tan ajustados, con marcadores apretados y en canchas tan difíciles esas dos o tres canastas fáciles te resuelven el partido. Hay que aplicarse más, usar más esas faltas cuando no hay bonus, para cortar el contraataque. Eso pasó en el último cuarto en Gran Canaria. Eso nos lastró, pero creo que el equipo va en una línea mejor que en las últimas jornadas.

¿Eso de hacer faltas está en línea con lo que comentaba Porfi Fisac tras un par de derrotas recientes, que no había que ser ‘tan pardillos’?

Sí, exacto, es que esas faltas hay que hacerlas. No hay otra y hay que estar concentrado. Es muy fácil. Si tú estás defendiendo a un rival, y por lo que sea te supera en el uno contra uno, que te puede superar, porque todos nos equivocamos. Me pasó a mí el otro día en Canarias: un corte por la espalda que yo no me di cuenta, mi hombre recibió el balón debajo del aro, y ahí salté y le hice una falta. Que tire dos tiros. En mi caso él metió los dos, el resultado es el mismo pero las sensaciones son distintas. Si el equipo contrario no consigue meter una canasta fácil, el partido se le traba mucho más. A estas alturas de campeonato, que todo el mundo va justo, que todo el mundo quiere sumar victorias como sea, conceder un par de canastas fáciles te puede costar un partido.

El equipo lleva cinco derrotas seguidas en la ACB, siete de los últimos ocho jugados. ¿Qué les está pasando en los inicio de partido?

Creo que tenemos que cambiar la mentalidad. Algo hicimos el otro día ante Gran Canaria, lo que pasa es que no nos salió bien, pero la mentalidad no era la misma. Ahí dimos un paso pese a que el resultado no acompañó. El equipo tiene que volver a salir al campo pensando en empezar bien el primer cuarto, sobre todo atrás, en defensa. Evitar que te metan canastas fáciles. Luego, si te meten dos triples de ocho metros, no puedes hacer nada, pero hay que ser duro para aguantar esos momentos. Pero el equipo tiene que cambiar el chip. Yo creo que de unas jornadas para aquí el equipo estaba más preocupado de empezar bien en ataque, y nosotros no somos un equipo para anotar 90 puntos. Somos un equipo que si estamos bien podemos anotar 75 u 80 puntos, pero sobre todo tenemos que fundamentar nuestras victorias en el trabajo defensivo. Lo habíamos hecho hasta ahora, pero cuando juegas muchos partidos a veces la rutina te lleva a bajar más la concentración, y hace que te confundas las cosas. El equipo estaba fijado en empezar bien los partidos adelante, y el equipo se tiene que volver a meter en el trabajo defensivo. Además nuestro caso es muy peculiar, cuando conseguimos que los otros equipos no nos anoten y nosotros conseguimos jugar en velocidad y llegando, somos un equipo mucho mejor que cuando jugamos en estático. De hecho, los parciales en los últimos partidos son bastantes claros. Cuando nos anotan 9 puntos, nosotros anotamos 25; cuando nos anotan 20, nosotros metemos 6. Si tenemos que sacar de fondo cada vez, o salir de un tiro libre, nos perjudica porque nuestro ataque estático ahora nos está costando. En cambio, cuando jugamos fluido y en transición, ahí somos un muy buen equipo.

Hoy Porfi Fisac dijo que el de Blusens Monbus era “el partido más importante de la temporada”. ¿Coincides con él?

Sí, sin duda, porque es un partido que nos puede dar un paso casi definitivo en la salvación, que es nuestro objetivo. Aparte nos está costando sumar victorias en la segunda vuelta. Pasaríamos de 10 a 11 triunfos, un salto de calidad importantísimo. Va a ser complicado porque la dinámica ahora mismo no está siendo la de ganar. Creo que podemos ganar cualquier partido de los que nos quedan, lo que pasa es que ahora mismo tenemos que estar muy concentrados en ganar éste, porque cuando ganemos el primero el equipo se va a liberar un poquito. Ahora el equipo está tenso, ansioso por conseguir una victoria, por lo que si ganamos será un triunfo no bonito, no será espectacular, sino sufrido y trabajado. Hay que luchar para ganar a toda costa. También creo que nos hemos ganado otro derecho, aunque ahora lo estemos perdiendo un poco, que es el derecho a tener margen de error. Mañana es un partido muy importante porque ganar nos da muchísimo, y perder nos quita, pero no nos quita tanto. El equipo tiene que ser consciente que tiene que sumar, da igual si mañana, el siguiente o el otro, pero ahora mismo tenemos una gran oportunidad para conseguir una victoria y sacarse de encima la presión de la situación en la clasificación, pero por otro lado la derrota no es un desastre, no es una crisis absoluta ni se acaba el mundo.

Ferran Laviña, festejo tras un triple (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)


El tema es que quedan nueve partidos, pero los próximos tres rivales, en una semana, están debajo del Fuenlabrada.

Ahí está el punto de tanta importancia, porque a los tres les hemos ganado en la primera vuelta. Cualquier victoria de estas ahora sería tener también el ‘average’, y dos victorias ante ellos te libera de cualquier triple empate. Pero repito que durante el año hemos trabajado muy bien para tener este margen, que ahora es más pequeño, pero lo tenemos. ¿Es una final? Sí, pero si la perdemos no es tan grave como para ellos si les ganamos.

¿Qué destacarías del Blusens Monbus?

Allí fue un partido bastante complicado, ganamos de ocho (77-85), lo tuvimos controlado durante todo el partido pero con la sensación de que ellos podían entrar en cualquier momento. Son un equipo con bastante capacidad para anotar desde el triple, con gente como Corbacho que te puede anotar en cualquier momento. Ellos son un equipo muy serio, que a lo mejor no son los jugadores más conocidos de la liga pero que están ahí, luchando, consiguiendo victorias complicadas y jugando muy en bloque. Tienen muy claro cuál es su objetivo. Pese a que hubo un momento de la temporada en que parecía que ellos podían llegar a descolgarse, ellos han seguido y se han hecho muy constantes. Una victoria nos catapulta, pero a ellos también. Ellos son un equipo con todas las letras, un bloque muy compacto. Los dos bases que llevan bien el tempo del partido, además Corbacho, Ere pueden anotar, Lasme, Kendal, más la experiencia de Junyent o Hopkins. Tuky Bulfoni también tiene mucha experiencia en la Liga, y en un momento dado se sale. Hay muchos frentes abiertos y hay que intentar cubrirlos todos. Es un equipo que está haciendo bien las cosas, y su dinámica está siendo positiva y de momento están cumpliendo su objetivo.

¿La baja de Milt Palacio puede ser una ventaja a aprovechar para Quino Colom y Sergio Sánchez?

Siempre recuerdo el día de Zaragoza, que venían sin pívots y terminando perdiendo en la prórroga (risas). En general, y más en equipos como ellos, que son muy potentes a nivel de grupo, cuando hay un percance de estas características, que falta un jugador, el equipo se hace más fuerte, parece que se compacta más, que todos son conscientes de que van a tener un problema y suman más. A nosotros nos ha pasado mucho esto, con lesiones, con marcha de jugadores. Si esto les pasa en cuatro o cinco jornadas, pues a lo mejor al final les cuesta más pero en los primeros partidos el equipo se hace mucho más compacto, incluso creo que son más peligrosos.

A Milt Palacio le permitieron viajar a Estados Unidos por un asunto familiar, mientras que a Pooh Jeter le impiden viajar por otro tema familiar. Entendiendo que cada caso es singular, ¿cuál es tu posición respecto a que un jugador deje unos días a su equipo por cuestiones personales?

Son temas muy particulares y muy generales. Opinar en general sobre cómo se tiene que actuar en estos casos es difícil. Yo parto de una premisa, y es que somos personas antes que jugadores, y que en general todo el mundo es prescindible. No pasa nada por si un jugador esté o no esté un día. El equipo tiene que suplirle, y cuando hay situaciones personales de por medio es muy complicado opinar. Muchas veces es el propio jugador el que valora esto. Creo que en estas situaciones los clubes, en general y en situaciones normales, tienen que dejar un poquito que sea el jugar el que tome la decisión. Hace unos años parecía que todo el mundo tenía familiares con problemas, y llegaba un momento de la temporada en que la gente se empezaba a largar. Eso no era serio, pero ahora todo ha cambiado mucho. Los jugadores son más serios y profesionales, y todo el mundo sabe cuando se puede prescindir de él. Luego hay que analizar cada situación, pero creo que es importante que el club apoye al jugador, y sea éste quien tome la decisión.

Ferran Laviña descarga la tensión tras la clasificación copera ante Valladolid (Foto: ACB Photo / Fran Martínez)


¿Sabes cuántos partidos oficiales llevas con el Fuenlabrada?

Cien, ciento y pocos…

109… ¿Qué te dice haber superado ya los 100 partidos oficiales en este club?

¿Quién lo iba a decir? El primer año parecía que no iba a jugar más de 35, y mira… Estoy bien, contento y con ganas de ir sumando más, por mi parte… No sé, a lo mejor nadie más está de acuerdo, pero yo quiero sumar alguno más (risas). Sí, muy contento porque este es un club histórico ya en la liga, y jugar 109 partidos. Espero que sean muchos más. El inicio del primer año fue complicado, y al final, por suerte, se fue arreglando un poco, algo que me dio fuerzas para seguir. Cuando llegas a cifras así te acuerdas de gente importante como Salva Maldonado, que pese a todo y pese a todos, él apuesta por mí. Me dijo ‘quiero que tú estés aquí’, pese a que la marea era absolutamente contraria. Gracias a ello viví una temporada inolvidable el año pasado, y ahora, pese a que estamos en una situación más complicada, también está siendo otra temporada inolvidable. Siempre cuando llegan estas efemérides recuerdas estas cosas, de estas llamadas en verano que te dan ánimo para seguir trabajando.

De la presente temporada quedará para siempre la anécdota del tablero destrozado antes del partido ante el CAI Zaragoza. ¿Te lo siguen recordando? ¿Estaba roto el tablero o fue la violencia del mate?

Me lo ha recordado mi hijo esta mañana (risas). Fue la violencia del mate, sin ninguna duda. Además fue curioso, porque fue un día en que yo estaba enfermo. Había pasado una noche malísima, sin dormir prácticamente nada. Llegué aquí y dije ‘tengo que estar muy concentrado’, para estar a tope desde el principio, y cuando empiezo el calentamiento al 100%, salto al aro, me cuelgo del aro y prácticamente sin tocarlo se escucha un crack. Dije ‘hoy mejor dejarlo aquí’…

¿Tú hijo siempre te viene a ver?

Sí, es un forofo, viene a ver todos los partidos y los analiza. Conoce a todos los jugadores de la ACB. Va a cumplir cinco años, pero es un enfermo del baloncesto. Ahora ha empezado a jugar, es un loco del baloncesto.

¿Cuál es su jugador preferido?

Su padre, por obligación. A él en realidad le gustan otros…

¿Quiénes?

Él es muy de Kirk Penney. Cuando yo meto algún triple me dice “papá, muy bien, has metido un triple, no está mal. Kirk ha metido tres, que es más, pero para ser tú no está mal”. Muchas veces me dice “papá, no defiendas tan fuerte que haces faltas y luego no puedes jugar, hoy en defensa más flojito porque además te dan golpes”. Yo digo “muy bien, lo que tu digas” (risas).

Hijo loco por el baloncesto, pinta bien la cosa…

Pinta fatal, porque lo voy a echar yo de casa a la mínima.

La Copa del Rey en Barcelona, ante el Real Madrid, dejó imágenes como esta (Foto: Fuenlafreak / Fran Martínez)


Otra pincelada de la temporada es la participación del Fuenlabrada en la Copa del Rey. En ese vídeo de los festejos posteriores, apareces al final diciendo sobre la afición “estos están un poco locos”…

Claro. No es muy normal perder un partido en la Copa y que la afición se quede cantando y saltando así. Luego visto con el tiempo piensas que estuvimos haciendo ahí el indio, que habíamos perdido, que la gente pensará que somos tontos, pero en ese momento lo que sentíamos nosotros era una comunión total con nuestra afición. Nosotros habíamos logrado nuestro objetivo, que era una unión total con nuestra afición. Esta había entendido que nosotros habíamos dado todo en el campo. De hecho fuimos los únicos que le plantamos cara al Madrid en la Copa, podemos decir que quedamos quintos (risas). En aquel momento la sensación era que todos formábamos partes de un todo, la afición y nosotros, y por eso nos excedimos, y celebramos por más que alguien de fuera pensara que estábamos mal de la cabeza. Ahora que la cosa está baja, que parece que no acaba de funcionar, es importante también que recordemos esos momentos. Es exactamente el mismo equipo que mañana va a jugar ante Obradoiro. Sentimos que la afición está con nosotros. También debo decir que notamos que están nerviosos y en este campo eso se nota mucho, mucho, mucho. Se nota que la gente está con ansiedad de conseguir ya una victoria. Esos famosos murmullos… Es normal, cuando una afición es caliente y está mucho con su equipo, también pasa que cuando las cosas no salen bien quiere empujar. Cuando escuchas muy repetido “venga, venga, va, va, va, va”, ya piensas, “algo pasa aquí”. Quiero que la gente entienda que somos esos mismos tíos que se dejaban las narices, esos mismos tíos que se tiraban de cabeza por cualquier balón y que no daban un partido por perdido. Ahora no estamos finos, no estamos en un buen momento, pero seguimos siendo los mismos, y que vamos a trabajar para llegar de nuevo a ese buen momento.

En frío uno puede pensar que los jugadores son profesionales y que su rendimiento no debería verse afectado por el ambiente del pabellón, que se aíslan de todo…

No, en absoluto. Cuando Quino pierde un balón y se oye “Quino, ¿qué haces?”… Hombre, él es capaz, porque él no cambia la cara el cabrón, está igual, pero yo lo oigo y digo, joder, es complicado, hay mucha gente joven con poca experiencia en la liga.

¿Entonces un jugador puede jugar mejor por el apoyo de la afición?

Seguro. Aquí hemos hecho partidos que ninguno de nosotros habría hecho si no fuese por la afición que tenemos. Eso mismo te lleva a que esa afición que es caliente y que empuja al equipo, cuando las cosas no van bien quiere empujar y te crea esta situación de stress, de decir “yo quiero, pero no me salen las cosas”, y eso te genera un plus de ansiedad. Puede ser que ahora en casa nos esté pesando esa responsabilidad, no porque la afición no esté con nosotros, si no que al revés, como está tan con nosotros, que además de que no nos salen las cosas sentimos que les estamos fallando, y eso nos da un plus de nerviosismo y de tensión. Eso se gestiona bien cuando tú tienes mucha experiencia, pero ahora mismo no somos un equipo experto y la situación nos pasa factura. Pero que la afición no cambie, que siga igual, porque en momentos complicados nos han llevado para delante.

¿Cómo has llevado como capitán todo lo que se habló sobre Porfi Fisac tras la derrota ante Banca Cívica?

A veces hay situaciones de tensión, y luego hay otro tema, que es el tema de twitter y de internet, que sale una cosa y ya se da por buena, y luego el siguiente opina sobre esta cosa que ya se dio por buena… entonces al final se hace una montaña mucho más grande de lo que realmente es. Sí que hubo una situación de tensión. El partido no se jugó bien y Porfi no estaba contento, pero a partir de ahí se complicó todo demasiado. Creo que hay mil situaciones que se dan en un vestuario que se solucionan y ya está. Y a veces son situaciones graves, pero se solucionan en el vestuario. Ahí todo el mundo habla, se decide, se charla y ya está, no tiene más historia. Lo que pasa es que aquí empezaron a salir artículos por un lado, artículos por el otro, opiniones de unos y otros… Creo que el equipo tiene que actuar como ha actuado siempre. Si hay algún problema se soluciona en el vestuario, y de la línea del vestuario para fuera el equipo es un grupo compacto. Evidentemente cada año pasan cosas, hay problemas, hay uno que se ha enfadado por no sé qué, y el entrenador le pega una bulla a uno, pero lo hace de la línea para dentro. Salen artículos, salen cosas, y ahora además en los últimos años, con las últimas tecnologías, con el twitter y tal, todo el mundo opina sobre las opiniones de otros, sin saber muy bien si están fundamentadas o no, y eso hace que la bola se vaya haciendo cada vez más grande. Es una situación que hay que obviar, y ahora mismo sólo hay un objetivo, y es conseguir las victorias para salvar al equipo. Entonces perder mucho el tiempo y dar muchas vueltas sobre estos temas ahora mismo no nos ayuda para nada. Además lo veis en los entrenamientos, la situación no ha cambiado para nada, es la misma que hace dos semanas. Puede ser que puntualmente hubo una situación en la que hubo un mal rollo, pero luego se solucionó y aquí se acabó, como se acabó otras tantas veces.

Para finalizar, ¿qué opinión tienes sobre la huelga general de ayer?

Acabaré mal yo con todo el mundo… Los mismos que un día critican una cosa luego la apoyan, y los mismos que un día apoyan una cosa se ponen los primeros en una manifestación. Entonces el país está en la situación que está por culpa de unos cuantos, y estos cuantos no rinden cuentas a nadie. Al final el que lo paga es el que gana 500 euros o el que está sin trabajo. Al final los que tienen que apoyar a esta gente de lo único que están preocupados es de si enciendo la luz para que no se note la bajada de consumo y parezca que la manifestación ha sido un desastre, y el otro que hace cuatro días votaba a favor de una reforma laboral ahora se pone delante en una manifestación diciendo que no. Entonces mientras tengamos a esta gente poco pintamos los demás. No he quedado muy bien con nadie, pero es así, al final la gente sólo está preocupada de su silla, de ponerse allí, de mandar, de que sus amigos se pongan en un sitio, y nadie se preocupa del de al lado, del que está sufriendo o del que la está pasando mal.

El capitán arropa a Quino Colom tras el fallo final ante el Triumph, en el primer duelo ante el equipo ruso (Foto: FIBA Europe / Fran Martínez)


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2 comentarios:

Javi dijo...

Habla muy claro Ferrán, me quedo con lo de que la afición le está transmitiendo el nerviosismo al equipo, hoy posiblemente haya influido también.

Paco dijo...

Juntos hemos conseguido lo mejor, y juntos tenemos que salir de este bache. Al final eso es lo que hace más fuerte a un equipo, saber que pase lo que pase tendras a tu gente detrás.