
Esta noche la Copa Libertadores recupera a dos de sus clásicos, Peñarol y Santos. Los aurinegros ganaron las primeras dos ediciones (1960 y 1961), mientras que el cuadro brasileño lo destronó al ganarle la final de 1962, título que repetiría en 1963, ambas con Pelé. Será sin duda un guiño a la nostalgia de aquellas cruentas batallas de la Libertadores casi sin televisión.
Peñarol eliminó a Vélez en semifinales, mientras que el Santos se deshizo del Cerro Porteño de Astrada. Mientras que en Europa los principales medios dan como gran candidato a los de Ramalho (puede que por el mediático Neymar), Peñarol -como Nacional- siempre tuvo mística copera.
La semifinal alcanzada por Uruguay en el Mundial de Sudáfrica (la última había sido en Alemania 74') unida a esta final de Peñarol parecen arrimar nuevamente al fútbol charrúa a la élite internacional.
A colación de la final de esta noche, recuperamos un post de agosto del año pasado, Peñarol, garra carbonera. Quiso el destino que a Peñarol ahora lo dirija Diego Aguirre, autor del ágónico e inolvidable gol ante América de Cali en 1987.
No hay comentarios:
Publicar un comentario